miércoles, 12 de noviembre de 2014

PESCADO ¿No tan sano?


                  Pescado ¡no todo es lo que parece!


“Según los activistas medioambientales, los criaderos de pescado son los responsables de una catástrofe sanitaria a gran escala”, con esta contundente declaración comienza Pescado, ¿no tan sano?; trabajo de investigación donde se denuncian las actuaciones de una descontrolada piscicultura y de una sobrexplotación de recursos marinos, responsables de verter un peligroso cóctel de productos químicos sobre un alimento que va directo a nuestros platos.

Dicho vídeo "Pescado, ¿No tan sano?"  nos enseña una triste realidad cada vez más frecuente en el mundo de la alimentación.

 

El problema no es la insalubridad del pescado en sí, es el modo en que los criamos, los alimentamos, los tratamos y medicamos para ser distribuidos y a gran escala y sacar un mayor beneficio al venderlo.
Este problemático modo de explotar la cría de pescado se desarrolla en piscifactorías.
Las piscifactorías son fábricas de peces, cuyo objetivo es satisfacer una mayor demanda de peces para consumo humano, donde generalmente se crían salmones, anguilas y truchas dentro de tanques que se encuentran tanto en tierra firme dentro de naves industriales como en mar abierto. 
 ·  En las naves en tierra, el crecimiento de los peces se altera mediante el control de la luz, dejando los tanques en completa oscuridad para posteriormente aplicar intensas luces que hagan creer a los peces que están en su estación de crecimiento.
·  La alimentación es siempre alta en proteínas con el único objetivo de hacerles ganar peso en el menor tiempo posible, para transcurridas varias semanas asesinarlos y venderlos.
·  En un mismo tanque pueden haber hasta 50.000 salmones, y mucho mas en el caso de las truchas. Estos les causa muchas enfermedades, principalmente afectando al páncreas. Suelen tener heridas y los parásitos acaban por comérselos vivos.
·  A pesar de que se les administran antibióticos, entre el 20 y el 50% mueren por enfermedades como el cáncer.
·  Al ser confinados en tanques, se convierten en agresivos, se hacen heridas, muestran deformidades e infecciones, desarrollan cataratas que acaban dañando sus corneas, quedándose ciegos y sangrando por los ojos.
·  El consumo mundial de pescado se ha duplicado en los últimos 40 años, dicho aumento de la demanda ha generalizado métodos de producción intensiva los cuales están bordeando los límites de la seguridad sanitaria.
·   La superpoblación provoca infinidad de parásitos y enfermedades, que se combaten con vertidos de antibióticos y productos tóxicos a las aguas. “En mis granjas hay cien millones de pangas. Hay más peces en mis estanques que habitantes en todo Vietnam”, afirma orgulloso este productor que suministra a Europa el 95% de las pangas que consumimos.




ACERCA DEL SALMÓN... 

 Rosado artificialmente y engordado a pura química, el ícono gourmet de los mares sería menos saludable de lo que creíamos, y su producción, cero sustentable.

  El gran problema es que las
piscifactoríascompletan todos los casilleros de lo anti-sustentable. 
Manejadas por empresas transnacionales —sobre todo, noruegas que, no respetan de este lado del mundo ni la mitad de las rigurosas exigencias a las que son sometidas en sus lugares de origen—, sus detractores juran que estas fábricas sin chimenea dañan el medio ambiente, afectan la biodiversidad del océano, obtienen un producto bastante menos saludable (y gustoso) que su versión natural e imponen un régimen perverso de explotación laboral que ha deshilachado el tejido social de las comunidades donde desembarcaron, a principios de los 90, con la promesa de volverlas prósperas.
Todo esto convierte al salmón de cultivo intensivo, fabricado “en serie” y a escala masiva, en el nuevo enemigo acérrimo de los cultores de la alimentación responsable. El otro salmón, el silvestre, el que crece en libertad, el que nada contra la corriente y come aquello para lo cual está biológicamente diseñado, es prácticamente inhallable.

 Mientras tanto, en el Primer Mundo el tema sí está en la agenda del debate público. Australia y Nueva Zelanda prohibieron el salmón de criadero. En las grandes ciudades de EE.UU., los restaurantes aclaran en sus cartas la procedencia del que sirven (Alaska es allí el último refugio del salmón salvaje), y los foodies conscientes están entrenados en distinguir al natural del “prefabricado”. 

¿Se atreve a comer este salmón?
NADAN en sus excrementos, nacen ciegos y con todo tipo de malformaciones, los que mueren víctimas de los piojos son devorados por sus congéneres y hasta su color anaranjado es fruto de las píldoras con las que los tiñen. Son los salmones de las piscifactorías noruegas y escocesas que podrían estar en su mesa esta Navida...¡Sea cauteloso y sepa bien de qué se alimenta! 



VALORACIÓN PERSONAL:
Basándome en toda la información que he recibido realizando este trabajo, las conclusiones obtenidas son que estemundo se nos va de las manos, cada vez jugamos más, los seres humanos, con la naturaleza y el resto de seres vivos a nuestro antojo como si nos pertenecieran. Con tal de obtener beneficios económicos ponemos en riesgo nuestra salud y seguridad...desde luego que somos los seres vivos con más peligro...deberíamos tenernos miedo...



La imformación ofrecida en esta entrada ha sido obtenida de internet, aquí os dejo los enlaces:

http://www.leonvegano.net/granjas-y-mataderos/peces/

http://www.rtve.es/television/20141010/documentos-tv-pescado-tan-sano/1027107.shtml

 http://www.planetajoy.com/?El+salm%F3n+bajo+la+lupa%3A+%BFnuevo+enemigo+de+la+alimentaci%F3n+saludable%3F&page=ampliadaid=6295

http://www.elmundo.es/cronica/2001/316/1004947099.html







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